Marcoria un amor descontrolable
Antes:
Marcos: eso ya paso, además me
gusta verte celosita, porque te enojas y –Suspira- Mamadera
Victoria: -Lo besa-
Marcos: pídamelo Victoria
Victoria: lléveme Marcos, lléveme
al fin del mundo
Marcos le empieza a desprender
el pantalón, ella le saca la remera, y él le saca la remera. Victoria le
acariciaba la espalda y a la vez la arañaba, Marcos se la queda unos minutos observándola
no podía creer que la tuviera toda para él, era SU mujer; ella le termina de
sacar el pantalón y mete la mano dentro del bóxer, él ya estaba bastante exitado,
la quería hacer suya así que le saca el corpiño y la tanga. Victoria le saca el
bóxer y Marcos entra en ella suavemente, que esos movimientos se tornaron a más
rápidos, Victoria no gemía, gritaba.
Señora: -Golpeando la pared-
¡Nena deja de gritar!
Marcos: -La besa a Victoria
para callarla-
Después Marcos la da vuelta y
la pone en cuatro haciendo “El perrito” y entra en ella, una mano la tenía en su
cintura y la otra en el pecho derecho de Victoria.
Victoria: voy a llegar
Marcos: aguanta que ya llego
Victoria: no aguanto, no puedo
aguantar
Marcos acelera los movimientos
y llegan los dos a la vez.
Victoria: Marcos…
Marcos: ¿Qué?
Victoria: estuvo medio corto
lo que hicimos… ¿No?
Marcos: si
Se miran
Victoria: -Lo besa- ¿Vamos de
nuevo?
Marcos: -Agitado- Vamos –La sube
arriba de él-
Señora: -Golpea la pared-
¡Dejen de garchar! Se escuchan desde abajo los gritos y el ruido a la cama
Victoria empieza a cabalgar,
Marcos la agarra de la cintura y la ayuda a cabalgar un poco más alto. Ella
después hace movimientos circulares y se da vuelta, cabalga y después hace los
movimientos circulares.
Después, Marcos, la da vuelta
y hacen “El helicóptero” que es cuando Marcos se pone atrás y hace movimientos
circulares, luego Marcos le abre las piernas a Victoria y entra en ella.
Victoria: hay Marcos –Agitada-
No puedo más
Marcos: -Acelera los
movimientos-
Victoria: ¡Ah, ah, un poco
más, más!
Marcos acelera mucho más los
movimientos haciendo que Victoria sintiera más placer.
Marcos: -Ya acostado- ¿Te
gusto?
Victoria: me encanto –Abrazándolo-
Marcos: que linda que estabas ahí
arriba cabalgando
Victoria: -Ruborizada- Marcos,
no digas eso que me da vergüenza
Marcos: y si es la verdad, con
tus pelos al viento, toda desnudita ¡Mamadera!
Victoria: basta
Marcos: -Se queda callado- Los
pelos y el viento sucundun, sucundun y el frío del mar
Victoria: -Riéndose- Basta
Marcos
Marcos: mírame
Victoria: ¿Qué?
Marcos: no tengas vergüenza,
si yo ya me sé todo tu cuerpo, y es per-fec-to
Victoria: Marcos basta, quiero
dormir un ratito
Marcos: bueno –Se da vuelta abrazándola-
Victoria: ¿Qué haces?
Marcos: vamos a dormir
Victoria: yo pensé que íbamos a
dormir en cucharita
Marcos: así es más cómodo
Victoria: si, tenes razón
Victoria estaba boca arriba y
Marcos pasa el brazo derecho debajo de Victoria, y el izquierdo por arriba abrazándola.
Continuara…